Aunque las sociedades actuales han olvidado su ingrediente mítico, un buen análisis antropológico como el del español Santiago Aparicio García (2013) nos permite indicar, que es en ese espacio donde habita parte de nuestro interés por los líderes. En este artículo intento profundizar sobre esos componentes que vinculan al mito con el liderazgo.

La potencia del mito en el liderazgo

Líderes transformacionales, servidores, creativos, carismáticos… Los hay altos, bajos, gordos, flacos, de uno u otro color, religión, estatus social, pero todos ellos atraen. Algunas veces por convicción y otras, por algo que surge desde nuestro interior…. Pero ¿Qué hace que sigamos a otras personas?

Convivencia humana

Tenemos muchas sospechas sobre cómo nuestros antepasados comenzaron a relacionarse y agruparse. Del paso de sociedades de cazadores-recolectores nómadas, al establecimiento en un territorio y ser agricultores-productores. Pero de verdad conocemos poco de la historia social del homo-sapiens.

La potencia del mito en el liderazgo

Dentro de los grandes homínidos, a excepción del ser humano, los chimpancés y los gorilas son aquellos de los que se puede aprender más sobre las primeras formaciones humanas.

Las jerarquías en los gorilas son rígidas y se establecen básicamente en la fortaleza. Es una estructura de poder físico, con dominancia de un macho sobre los otros.

En los chimpancés, se observa cómo las jerarquías no se establecen solamente por medio de la fuerza del macho-alfa. Este tipo de homínidos ha desarrollado un abanico de coaliciones y de procesos racionales para desarrollar su vida en grupo.

Al igual que en otras sociedades, la vida humana se organiza mediante la formación de jerarquías de dominación. Los humanos hemos cedido nuestro poder individual para vivir juntos en sociedad. Pero ¿cómo fue ese paso? Para comprender ese camino se necesita conectar con el pensamiento mítico.

¿Qué es y cuál es la potencia del mito?

Un mito es un relato tradicional, sagrado, de carácter simbólico, que narra como si fueran reales, acontecimientos extraordinarios y trascendentes. Se lo considera que es más que un relato, es un hecho que construye realidades y que brinda una explicación del mundo y la vida, a la vez que contribuye a establecer identidades sociales y psicológicas.

El mito explica el origen de las cosas, su fundamento, sus principios. Por lo tanto, ayuda a constituir la sociedad para la convivencia, mediante un proceso de integración, que permite superar las contradicciones y las tensiones opuestas. Todas las sociedades, acaban teniendo procesos míticos de legitimación.

Si las instituciones sociales han sido legitimadas por el mito y poseen su propio universo simbólico, ¿Por qué el mito no podría ser el motivo de nuestra predisposición a ser seguidores de líderes?

El magnífico historiador Yuval Noah Harari en charla TEDGlobalLondon (2015), después de explicar que los seres humanos como especie controlamos el mundo porque tenemos la capacidad de cooperar flexiblemente en masa. Se pregunta ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo es que sólo nosotros cooperamos así? Lo hacemos a través de nuestra imaginación. Podemos cooperar con infinidad de individuos desconocidos, porque solo nosotros, de todos los animales del planeta, podemos crear y creer en fabulas y en historias de ficción. Y si todos creen en la misma fábula, entonces todos obedecen y siguen las mismas reglas, normas, valores (sigue…)

¿El mito es aplicable a todas las sociedades actuales?

Las sociedades actuales y antiguas, mantienen sus mitos de fundación o de ubicación en el mundo. Los mitos pueden ser observados en diferentes culturas y en diferentes lugares del mundo. La creación del hombre del barro, el salvador del pueblo que llegó del río, el diluvio universal, los diferentes tipos de dioses, etcétera, son mitos comunes a distintas culturas.

La potencia del mito en el liderazgo

El fondo siempre será el mismo, pero podrán cambiar las formas. Por ello y en lo que a este análisis respecta, los componentes míticos del liderazgo son similares en todas las sociedades. Pero ¿por qué el mito influye para ser seguidores de un líder?

Para dar respuesta, se necesitan considerar la definición de liderazgo de Aparicio García (2003):

“a) Una función que se desempeña en un contexto específico de crisis, a través de b) un proceso complejo de interacción entre el líder y los seguidores, donde c) tienen especial importancia la personalidad del líder, los recursos y expectativas del grupo, que están determinados por el contexto

El contexto y las expectativas del grupo son los receptáculos habituales del mito, son las ranuras de la racionalidad por los cuales el mito permea y entra a formar parte del yo.

1) El contexto, si hay algo que se pueda decir de liderazgo depende completamente del contexto. No existe una función de liderazgo predeterminada. Las instituciones sociales en sí no tienen una función de liderazgo. Tiene que existir, si surge una situación de crisis, una situación que reclame medidas diferentes a las establecidas.

2) Las expectativas del grupo, es, lo que el grupo espera, para superar la crisis. No basta con que alguien proponga superarla. Dentro del grupo hay creencias compartidas y funcionan los mismos modelos en todos ellos. Por eso, el que quiera ser líder no sólo ha de aprovechar esos conocimientos y deseos compartidos, sino que debe ofrecer una solución que satisfaga tanto al lado racional como el lado emocional de la persona. En este dominio emocional es por donde penetra el mito. Especialmente en las emociones generadas por el inconsciente colectivo.

La persona en si misma expresando que va a superar la crisis no valdría. Hace falta la visión del líder sobre el futuro, la cual conecta con los mecanismos emocionales que están esperando una respuesta. Ahí es donde el mito ayuda a la visión. Hace presente el futuro, lo inherente se hace real y el líder encarna no sólo la visión sino la misión misma.

¿El jefe o el líder coinciden con esta explicación?

La autoridad se la puede comprender como el poder otorgado para dar un servicio. Un poder que es concedido y que se basa en el intercambio. Las personas ceden poder a un presidente del gobierno para que cumpla con las funciones del cargo, pero no le están concediendo autoridad. La autoridad tiene un constituyente técnico y que por ello le otorgamos autoridad, por ej: al mecánico que repara el automóvil. Al mecánico, como al gobernante o al jefe, se le confiere confianza, no autoridad, gracias a que sus conocimientos permitirían tener el auto reparado, un buen gobierno o una gestión productiva.

La concesión de la autoridad siempre implica motivación y libertad personal, y se concede en base a cualidades valiosas de orden espiritual, intelectual o moral. Lo otro es lo que se conoce como autoridad hipostatizada, donde la autoridad se convierte en un atributo de un objeto o institución debido a la funcionalidad o mérito de esa institución u objeto, con independencia de que, realmente, estén presentes las propiedades constitutivas de la autoridad.

La dominación legítima es poder, no es autoridad ¿Todos aquellos a los que se concede autoridad son líderes? No, pero los líderes necesitan obtener autoridad para serlos.

¿Qué tipos de mitos actúan?

La potencia del mito en el liderazgo

El mito opera en las preferencias que tienen las personas por los líderes. Se consideran tres tipos:

  1.  El mito iterativo que es aquel que refuerza las costumbres tribales o sus instituciones. Este mito actúa, dentro de una empresa, por ejemplo, para legitimar las estructuras de la empresa y reforzar la visión. En cierto modo sería un esfuerzo conservador.
  2. El mito escatológico, la consecución del fin último, refiere directa o implícitamente al origen y destino de la existencia del hombre.
  3. El mito catalizador de las energías del liderazgo, es el mito del progreso continuo. A diferencia de la autoridad, la cual concede libertad al individuo, el mito le pide a la persona compromiso, y la renuncia de su libre albedrío. Por eso, el ser seguidor cuesta, modifica pautas de comportamiento habituales. De alguna manera priva de libertad a cambio de emotividad. También puede operar en sentido inverso, el líder puede liberar de la responsabilidad a los seguidores, vaciando de contenido el jarrón de su libertad (que es distinto a obligar), dejando todo en manos del líder. Es ahí cuando surgen los totalitarismos.

Ahora bien ¿cuáles son los mitos que actúan a favor del liderazgo? Se destacan cuatro tipos de mitos.

  1. Los mesiánicos ayudan al liderazgo en el sentido de que al líder se le considera aquella persona que va a proveer la salvación de la sociedad o la empresa. Es la persona que se ha estado esperando durante tanto tiempo y que va a proveer al grupo el fin último que faltaba para lograr el equilibrio final.
  2. Los mosaicos inciden en proveer al líder del aura de ser la persona que va a llevar al pueblo o la empresa a la tierra prometida.
  3. Los heroicos son aquellos líderes breves, circunstanciales, que ayudan a superar un momento crítico, y guían más con arengas y actuaciones. Su función, más que dotar de sentido y compromiso al grupo, sería dotarlo de cohesión solamente.
  4. Los prometeico, son los más actuales y presente en todos los órdenes de nuestras sociedades y, en especial, en el mundo empresarial. La cultura del emprendimiento no sería posible, o no tendría tanta repercusión, sin Prometeo.

Consideración final

Como se ha apreciado en la función de liderazgo no solo interactúan factores racionales de elección, preferencia, conveniencia, sino factores emocionales que no hacen referencia a apetitos y características individuales, sino que hay factores que actúan mediante el inconsciente colectivo de las personas.

Seguimos a los líderes no sólo porque nos dirigen con eficacia, eso lo podría hacer un jefe. Sino porque nos traen recuerdos profundos de un tiempo mejor, nos proporcionan seguridad y nos dan la esperanza de ser importantes, de estar participando de algo grande y excepcional que trasciende nuestro tiempo.

Fuente

  • GARCIA, Aparicio Santiago (2013) Antropología y Liderazgo: ¿Por qué nos Gustan los Líderes? – Revista de Estudios Avanzados de Liderazgo