Muchos de nosotros tenemos creencias de que, si logramos tener alguna cosa, podremos hacer alguna acción, para obtener como resultados ser lo que soñamos. Relacionado con ello, en esta ocasión quiero contarte porque es importante cambiar las creencias para mejorar tus resultados.
Resuenan en mis recuerdos algunas conversaciones de distintos ámbitos en los que participo, escuchar a otras personas o a mi mismo expresando lo siguiente:
- Cuando tenga el puesto de encargado, seré un líder carismático.
- Cuando tenga una buena posición, me tomaré unas vacaciones y en ese momento seré feliz.
- Cuando tenga tiempo, estaré más tiempo con mis hijos y seré un padre feliz.
Cuando reflexionamos de esta forma, convenciéndonos a nosotros mismos de que el primer obstáculo al que nos enfrentamos es la falta de alguna cosa o situación (tiempo, dinero, condición física, posición, etc.), posicionamos el principio universal del logro de la manera desacertada. El tener algo no produce la felicidad, sino todo lo contrario.
Hábitos emocionales
Este paradigma genera hábitos emocionales, que mueven a las personas a tener como único objetivo el conseguir cosas, porque es el camino aprendido para llegar al ser. Pero ¿qué pasa si logre el puesto, me voy de vacaciones y en la playa solo pienso en el trabajo?; ¿qué pasa si logre ser líder y no tengo la habilidad para ser carismático? o ¿Qué pasaría si me dan un fin de semana completo y no sé que hacer con mis hijos?
Creo que estamos ante la oportunidad de empezar por el ser, continuando por el hacer y seguramente el tener será el resultado de estas dos primeras construcciones. Ya lo decía Heráclito hace más de 2500 años, “Nuestro carácter es nuestro destino”
Si es tu objetivo alcanzar el puesto de gerente en la empresa, opino debes ocuparte primero en tu ser y empezando por mirar: ¿Cómo se relaciona un gerente? ¿Cómo comunica y coordina un gerente? ¿Cuáles son los distintos puntos de vistas con los que cuenta un gerente? ¿Cómo gestiona el tiempo un gerente?
Si tu objetivo llegar a ser un gran vendedor y superar tus metas económicas, puedes hacerte preguntas como ¿En que se distingue un gran comerciante? ¿Cómo es su trato con sus clientes? ¿De que manera me puedo convertir en una persona seductora para los demás? ¿Cómo ser pro-activo en la entrevista? Todas estas son preguntas que están enfocadas en el ser.
Creo que darle la importancia y comenzar mirando nuestra manera de ser, es un paso fundamental para lograr los resultados que nos proponemos. Conectar con nuestro propósito y reflexionar sobre las habilidades que necesitamos para ser ese líder, gerente, padre o madre, esposa, hermano, etc. en el que queremos convertirnos, abre las puertas para alcanzar las metas que nos propongamos.
El propósito
Un buen inicio para comenzar a diseñar un plan que tenga como propósito alcanzar una meta personal, es preguntarse: ¿En quién me tengo que convertir para lograr esta meta? ¿Cuáles son los nuevos aprendizajes que voy a tener que desarrollar?
A lo largo de la vida pude comprender que, para alcanzar un objetivo trascendental, siempre tuve que pagar un precio para lograrlo. Creo que a todos nos pasa que, para alcanzar un objetivo importante, el tramite nos requiere dedicación, tiempo, y sobre todo ser persistente; el tiempo que nuestro cuerpo y biología necesiten para construir un nuevo hábito. Necesitamos comprometernos con tareas específicas, y de manera recurrente.
“La gota de agua perfora la roca, no por su fuerza sino por su constancia.”
Los seres humanos somos un espacio abierto al rediseño constante, gracias a nuestra naturaleza plástica tenemos el poder de construirnos en los seres que queramos ser.
Pregúntate ¿Qué actividades diarias, semanales o mensuales tengo que comprometerme para alcanzar mis metas? Si eres un vendedor: ¿Cuántas llamadas a potenciales clientes tengo que hacer al día?. O un padre ¿Cuánto tiempo de calidad a la semana voy a invertir en mis hijos?, o un deportista, esposo, hermano, gerente, etc. Después de definir cuáles son las actividades que tienes que hacer de manera constante y por período de tiempo, ¡Comienza!
Puede que en el camino de tu hacer, te encuentres con obstáculos y momentos de des-motivación. En ese momento es importante recordar cual es la conexión que tiene la actividad con tu propósito de máxima de tu vida.
La práctica recurrente, ineludiblemente será la tierra fértil para que germine el nuevo ser que proyectaste. Entonces y sólo entonces podrás disfrutar del tener, podrás tener el puesto de encargado y ser el líder carismático que soñaste.
Lo que he aprendido a través de los años, es lo siguiente: si te enfocas en el SER, y luego te esfuerzas como nadie en el HACER, el TENER será una bendición para vos, y tus seres queridos
¿En qué persona necesitas convertirte para alcanzar tus objetivos? ¿Con que acciones recurrentes te tienes que comprometer para alcanzarlos? ¿Cuándo inicias?
¡¡Gracias por leerme!!
Abrazo!